Luego de infinitas idas y vueltas, de cruces mediáticos y de intimaciones de por medio parecería que ha llegado la calma en la relación entre el goleador del equipo (y de la Superliga) y los Moyano. Hace no mucho trascendió que el delantero aceptaba negociar su continuidad y una reducción de su contrato siempre y cuando cobrara a tiempo. No solo parece que se llegó a buen puerto en ese ítem, sino que al parecer Romero contunuaría vistiendo la camiseta del Rey de Copas hasta el 2023.
Aunque cueste creerlo, el delantero se encuentra negociando la extensión de su vínculo por 18 meses más de lo que estaba ligado al club. Pese a que encabezo la protesta de la deuda que mantenía (y todavía mantiene con algunos futbolistas) la comisión directiva en los sueldos, las partes se acercaron y la continuidad del Chino es casi un hecho.
De esta forma los dirigentes se aseguran a un jugador probado, quien quiere ser el líder del nuevo Independiente. Y, por sobre todas las cosas, parece que han aprendido que un goleador no es fácil de conseguir. Pusineri sonríe, ya que pidió que Silvio no sea transferido. El propio jugador seguirá disfrutando del cariño de la gente porque, como èl ha declarado: "en ningún lugar voy a estar tan cómodo como en Independiente".
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