La relación entre la dirigencia del club y los jugadores uruguayos no pasa por el mejor momento. Luego de los ya conocidos conflictos con Gastón Silva y Martín Campaña una nueva intimación llegó a la institución. Benavídez reclamó una deuda salarial que ya fue resuelta por los directivos y así se evitó que el futbolista pueda pedir la libertad de acción.
Pese a estar al día, el ex Defensor Sporting se encuentra descontento con su rol en el Rojo. Pusineri le comunicó que no tendrá mucho lugar y tanto su representante como Independiente buscan pretendientes para el volante.
Benavídez, de 22 años, arribó al Rey de Copas como una gran promesa del país vecino. Tras destacarse en su anterior club y la Selección sub 20 el Rojo adquirió el 60% de su pase por U$D 2.500.000, pero nunca estuvo a la altura. Por si fuera poco, en el 2018, sufrió la rotura de ligamentos y meniscos de la rodilla izquierda, lo que provocó que tenga menos oportunidades de las que ya tenía.
Desde su llegada solamente participó en 10 encuentros y anotó un gol. Anteriormente se buscó cederlo a préstamo para que sume rodaje, pero nunca se concretó por falta de ofertas. Ahora, desde Independiente, buscarían una venta para recuperar algo de lo invertido y liberar un cupo de extranjeros. Carlangas puede estar viviendo sus últimos momentos en Avellaneda.
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